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nos fa uns versos, Marieta,
que en l'ivern donen calor.
Marieta.
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¿Pues qué serà en l'estiu, Quico?
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Quico.
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Cremen lo mateix que el foc.
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Llorensa.
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¡Y això que pareix un mico,
ó el gos pelut do sen Roc!
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Quico.
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Don Maties,
y de munisions de boca
está tan pobre estos dies,
que sols per un tros de coca
tocarà d'así á demà....
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. . . . . . . . . . . . . .
(Quico agarra del bras a Casimiro, y encarantlo en Marieta, li diu:)
¿Vé usted, qué cara mas fina?...
¿qué li pareix....
Marieta.
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Pos mire, no soc sardina.
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Casimiro.
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Tampoco soy yo abadeco
pues que cómo pan de trigo,
pero por eso no deco
de saber lo que me digo.
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Marieta.
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¡Eu! y éll eu diu molt formal.
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Casimiro.
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Como el corazon lo siente,
que es él muy inteliquente
en cosas que tienen sal.
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Marieta.
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¿Y en las que tienen asucar?
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Gostino.
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No li agraden els pastisos.
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Casimiro.
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Sin embargo hay dulses risos
por las márquenes del Cúcar....
Aunque, al ver aquellas rosas,
tengo yo por cosa cierta,
que son mucho mas hermosas
las que nacen en Paipuerta.
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Marieta.
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¡Vaya que m'agrá, Agosti,
este home de la levita!
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Casimiro.
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Pues mire usted, señorita,
tambien me agusta usté á mi.
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