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En prensa las cartas que anteceden, visitamos al ilustre poeta, ofreciéndole las páginas de este libro por si tenia á bien publicar alguna protesta en virtud de las últimas calumnias que, con más osadía y mala intención que fortuna, han publicado algunos periódicos.
—Mañana les mandaré original,— nos contesto sonriendo con dulce bondad.
En efecto: al siguiente día recibimos las poesías con que cerramos este libro. Las espinas de la calumnia las convierte su corazón de mártir en flores purísimas.
La forta tempesta
que'm dobla la testa
y'l cor me despulla
com arbre de fulla;
la destral farrenya
que de mi fa llenya,
tol sia per vos,
Jesuset dolcíssim;
tot sia per vos,
Jesús amorós.
La malavolença
que té a punt l'ofansa;
