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comensá á agarrar grapats
de safanories, y els dia
als atres : chicos tomad,
que parecen confitadas,
y les anaba donant
així com si foren propies;
yo em chirí, y al veure tal
descaro y satisfacsió,
li diguí: que liberal
es usté! Qué es lo que dice?
em va dir molt enfadat,
y aixi com una llepasa
del cabeset sa aferrá,
cridant com si fora un loco:
ayuda al Rey. Yo asustat
al veure que tots los tres
en les ahulles en má
em cercaren, y ell els dia:
todos ustedes serán
testigos de lo que ha dicho;
¡á un dependiente real
imponerle el vil dictado
y nombre de liberal!
Yo volia disculparme,
pero ell á crits y á grapats
y punchades á la mescla
nunca em deixaren parlar.
Entre todos me metieron
al cuarto de les maldats,
al deposit del botí,
y em varen amenasar
que iba al palo sin remedio,
y que sols la mehua sanch
podia llavar tal culpa;
me comensen á nugar,
yo vent que anaba de veres,
els vax dir ¿que es lo que fan?
pidan todo cuanto quieran
y donenme llibertad.
Vamos, hombres, esto se corte,
digué hu al agraviat,
él dará para un refresco;
y el atre fent el D. Juan,
li va dir, usté lo ha dicho,
por mí tambien hecho está.
Ma afaitaren els dines,
y á la que vaig á buscar
la haca en les safanories
no estaba en lo puesto ya;
correguí tota Valencia,
y may la poguí encontrar;
com el gallo de moron
á casa men vaig tornar.
Com abogat que es vosté
digam ¿en que vaig pecar
pera tindre tan mal rato
y patir tant de treball?
¡y que un home sinse culpa
ayxí siga atropellat!
¡Cuants ni ya com yo en lo dia
que han patit per no res tant!
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