Molta semblansa tè ab esta cansò lo romanso castellá del Conde Dirlos. Se pot dir que l' argument d' aquest ve á esser lo mateix que 'l de nostre cant, sols que 'l primer se fa pesat per sa llargaria y monotomía, mentres que l' últim desperta nostra admiraciò precisament per la rapidesa de l' argument y la naturalitat y vivesa en la dicciò. Comensa aixis lo romans del conde Dirlos:
Estábase el conde Dirlos,—sobrino de don Beltrane,
asentado en las sus tierras,—deleitándose en cazare,
cuando le vinieron cartas—de Carlos el emperante.
De las cartas placer hubo,—de las palabras pesare,
que lo que las cartas dicen—á él le parece male.
«Rogar os quiero, sobrino,—el buen francés naturale,
«llegueis vestros caballeros—los que comen vuestro pane;
«darlos heis doblado sueldo—del que les soledes dare,
«dobles armas y caballos,—que bien menester lo hane:
«darlos heis el campo franco—de todo lo que ganaren,
«partiros heis á los reynos—del rey moro Aliarde.
«Deseximiento[1] me ha dado—á mi y á los doce pares:
«grande mengua me seria—si todos se hobiesen de andare.
«No veo Caballero en Francia—que mejor pueda enviare,
«sino á vos al conde Dirlos,—esforzado en peleare.»
El Conde que esto oyó,—tomó tristeza y pesare,
no por temor de su moros—ni miedo de peleare,
mas tiene mujer hermosa—mochacha de poca edade...
—No lloredes la condesa,—de mi partida no hayais pesare
quedaréis encomendada—ámi tio Don Beltrane....
Siete años la condesa—todos siete me esperade;
si á los ocho no viniere—á los nueve vos casade, etc.
- ↑ Esta paraula es catalana, con ho son moltíssimas altras de que n' estan plenas la major part de las obras castellanas antigas.